martes, 13 de octubre de 2015

Un clásico es un clásico

Por esas locuras que gobiernan el planeta fútbol, un clásico sin toda la gente no es clásico. Un Desamparados-San Martín merece el marco que su historia y la rivalidad exigen pero hoy hay que conformarse con ver sólo una parte (únicamente la hinchada local) porque esta tarde, desde las 16.30 y continuando con la fecha 22 del Oficial 2015 de la Liga Sanjuanina, en Puyuta se verán las caras sabiendo que por más realidades y condicionantes, un clásico siempre es un clásico... Desamparados hoy está a 6 puntos de la punta del certamen y ganar es una necesidad para el conjunto Puyutano que después de un flojo comienzo que tocó fondo precisamente cuando perdieron en la primera rueda este mismo clásico en cancha de Trinidad, empezó luego una campaña ascendente que lo pusieron cerca de la pelea por el título. Desamparados viene de vencer a Atenas Pocito en la fecha anterior y llega completo y entonado como para darse ese gustito que tanto ansía su gente que hoy estará alentando al plantel en su estadio. La campaña de San Martín no es mala pero tampoco la mejor. Está a 8 puntos de Desamparados y a 14 de la cima de las posiciones. El banco de pruebas que se supone debe ser para foguear y armar proyectos para el plantel profesional de Primera División no ha encontrado la regularidad en los resultados que necesita para respaldar ese trabajo. El conjunto Verdinegro viene de caer por 3-2 ante Trinidad y en la rueda anterior, cuando se cruzó con Desamparados, logró levantar cabeza tras su victoria y hoy apostará a hacerse ver en el Serpentario. Un clásico siempre invita. Sea por el torneo que sea y sin importar el presente de sus protagonistas. Hoy es día de Desamparados-San Martín nada menos, que se juega con público local solamente por esa locura que está castigando al fútbol, pero nadie quiere perdérselo. Ni los que lo juegan, ni los que lo arman, ni los que lo viven desde una tribuna. Hay que cuidar lo poco que está quedando del torneo doméstico y este Desamparados-San Martín merece tener el marco que lo pone como uno de los clásicos de San Juan.

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